El 02 de Febrero d 1920, se crea el Distrito del Rímac, mediante Decreto Supremo firmado por el Presidente Augusto B. Leguía, llamado antiguamente Cuartel V, hoy con 200,000 habitantes y 45,000 casas aproximadamente.
QUINTAS, CASONAS Y SOLARES
Desde los primeros habitantes, en el Rimac, las primeras casonas eran plantaciones y muchos terrenos utilizados para siembra, como la uva que era utilizado por las Iglesias para el vino. Una de las más conocidas fue La hacienda el Molino fue muy conocido por ser habitada por la “Perricholi”.
Se
construyeron casonas con Balcones virreinales, siendo de las primeras conocidas
las de Jirón Trujillo, aquí llegaron las “Tenederias” tiendas de carne que
fueron desalojadas de Lima por ser insalubre., junto con tiendas que fueron
abiertas en el transcurso del tiempo.
Muchas
Quintas contaban con entradas de calesas y se crearon barrios como Malambo.
Contando con callejones o Quintas de un solo caño fueron utilizadas para las
jaranas Criollas.
De estas
construcciones lamentablemente con el tiempo muchas han sido destruidas por
terremotos o por cambios urbanos. Hoy NO son refaccionadas y se caen solas con
el transcurrir del tiempo.
PASEO DE AGUAS (1770)
En 1770 el Virrey Manuel de Amat y
Junyent, con gran sentido estético, planeo e inicio esta obra, que dejo
inconclusa al retirarse del mando (Setiembre de 1776). Innegablemente, bello
proyecto de tan digno representante real.
NABONA: Este paseo se llamó de la
Nabona, denominación que recibió desde que fue proyectado, como consta en
documentos de la época y aun en los mismos planos de la Ciudad. El origen de
este nombre y que fue el legítimo dado por el Virrey, se debe – como
acertadamente considera también D. Juan Bromley – a la pequeña ciudad francesa
de Narbona (al sur, Dep. Del Aude), donde existía un paseo análogo o parecido
(Construido por derivación del rio Aude, el Canal llamado de la Robine). El
mismo Virrey o los limeños, por razones de carácter idiomático llamaron así
Nabona y no el legítimo de Narbona.
CONSTRUCCION: El mismo Virrey hizo los
planos y confió la construcción a la dirección del español Juan Gutiérrez.
FINANCIACION: Para financiarla se acudió a las
corporaciones y al vecindario, además de los fondos reales, lográndose reunir más
de 100,000 pesos. Contribuyeron: la Universidad de San Marcos, con 2,000 pesos;
el público con 25,200 pesos ,en una mesa que se colocó el 22 de Abril de 1770
delante de la Iglesia de Desamparados para recibir las erogaciones, siendo
colectores D. Antonio de Amat (sobrino de Virrey),los oidores de la Audiencia
Doctores Domingo Orrantia y Antonio de Querejazu y Mollinedo, el Alcalde D.
Pedro de Zarate y Navia; y en otra mesa colocada el 14 de Junio de 1772, más de
16,000 pesos se reunieron.
OBRA INCONCLUSA: Esta bella obra pública
quedo inconclusa al dejar Amat el gobierno, debido a que para el juego de aguas
de la Nabona, no reparo el Virrey que era imposible utilizar el canal de agua citado (proveniente
de la acequia madre de Piedra Liza) pues servía para “peinar” los molinos y
regar las huertas de los alrededores (hasta Guía).Al pretender hacerlo
surgieron las protestas de los propietarios, reclamación legal y hasta pleito
ante la Audiencia , con la consiguiente paralización de los trabajos. Por otra
parte, quedó así al regresar a España el director de las mencionadas obras
,quien tuvo que rendir cuentas previamente, ante el acuerdo del Cabildo (17 de
Octubre del 1776).
ERROR GENERALIZADO: Novelesco
conceptos tejieron sobre el Virrey Amat, como el de la leyenda que atribuye la construcción
de este paseo para satisfacer a la “La Perricholi”, cuya residencia se encontraba
en la Alameda. La verdad es que, por aquel entonces. Miquita Villegas no vivía allí
, sino en una modesta casita de la calle limeña del Huevo, por la que pagaba
como alquiler “solo diez pesos mensuales”, según la autorizada palabra del Dr.
Luis Antonio Eguiguren, la tomó en arriendo “el 24 de Marzo de 1773 y en está
comprobado documentalmente también que en ella “moraba”. Y corroborando aún más
tal afirmación, la opinión también autorizada del no menos erudito historiador
Dr. Raúl Porres Barnenechea: “La Villegas vivió en la calle del Huevo ,por lo
menos de 1770 a 1789, porque aparece en los censos parroquiales de esos años
como feligresa” (se refiere a la Iglesia de San Marcelo). Fue posteriormente, cuando
el Señor Amat había dejado ya de ser Virrey y se hallaba en España, que ella adquirió
“la Casa y Molino que está en la esquina de la Alameda (palabras de Miquita, en
un expediente que redujera Multatuli), que había sido “propiedad” de D. Julian
del Portillo y antes de una señora Guisado- como sostiene el fino poeta Dr.
José Gálvez y “refugio de su vejez” expresión del Dr. Porras.
RESTAURACION, De la antigua Nabona y
que después se le llamó Paseo de Aguas, solo quedó al suspenderse la obra en
referencia y por los motivos indicados, la arcada inconclusa, destruida con el
tiempo. Durante muchos años permaneció esta Paseo en el más completo abandono;
casi ruinoso, en peligro de desaparecer. Más teniendo en cuenta su indispensable
importancia y en verdadero sentido de auténtico se procedió a restaurarlo , en
la mejor forma posible, con la Plaza de Otero por detrás y que luce gracioso y típico
balconcillo, que es como se halla en nuestros días, como obra de evidente
ornato. Fue iniciativa feliz del Alcalde del Concejo Distrital del Rímac Dr.
Augusto Thorndike.
Entre las Obras proyectadas en 1934
por el Municipio del Rímac como un aporte al embellecimiento capitalino con
motivo de la celebración del IV Centenario de la fundación de Lima, consideró
la ejecución de ésta, en primer término. Pero tal propósito, por diversas
circunstancias fue postergado. Al tenerse conocimiento de la celebración en la
capital de la VIII Conferencia Panamericana, inicio nuevas gestiones la
autoridad edilicia del Rímac, y, de acuerdo con la Comisión Municipal de Restauración
Histórica de Lima, fue contemplado y aprobado el proyecto por el Concejo
Provincial.
En Octubre de 1936 se emprendieron los
trabajos iniciales: eliminación de basuras; demolición de las inservibles paredes de construcciones
cercando el Paseo , pues el lugar había servido de estación del tranvía urbano,
depósito del servicio de baja policita del Concejo de Lima, depósito de la Caja
de Depósitos y Consignaciones ,mercado, local de la Bomba “Rimac” y por último
depósito swl Concejo del Rímac.
·
Después se efectuaron las obras de nivelación
del terreno, canalización de la parte pertinente del riachuelo Piedra Liza.
·
reconstrucción del histórico muro, del que se
vierte la caída de agua, restablecida muy acertadamente, a sì como el conjunto
de la arcada en ruinas, con arcos y capitales; colocación de baldosas imitando
las antiguas; formación de jardines ; y dos fuentes de agua con espejos. Y para
armonizar la obra con el conjunto a su alrededor, se procedió a la
pavimentación del contorno y refacción total de los muros y fachadas de los
inmuebles circundantes formando ambiente adecuado.
Las Obras se inauguraron en 1939 con
la presencia del Sr. Presidente de la Republica General de División Oscar R.
Benavides. En dicho acto solemne son las siguientes palabras del Alcalde Dr.
Augusto Thorndike:” Constituye un postulado que la mejor manera de forjar y
consolidar la personalidad de un pueblo, es relievando los hechos y monumentos
que ejercen trascendentales sugerencias en su vida y en su evolución: el Paseo
de Aguas, no obstante, su simplicidad objetiva, tiene esta importancia secular.
En consideración a este precepto se le ha reconstruido con creces, devolviéndole
su tradicional prestancia pese al protagonismo dominante en nuestra epoca.
El proyecto de los trabajos de restauración
fue obra del recordado escultor y arquitecto Piqueras Cotolí ;y cooperaron con
el Alcalde , el Inspector de Obras Ing. Manuel A. Villarán y los ingenieros del
Concejo señores Jorge Pardo Figueroa y Oscar Zagaceta S., quienes tuvieron a su
cargo los planos de reconstrucción. El total de los gastos fue de S/. 150,000.00
EN LA ACTUALIDAD: Este hermoso Paseo
de Aguas, rincón valioso del Rímac, constituye un lugar de esparcimiento y
recreo para sus pobladores y de atracción para los turistas.
Actualmente, el agua fluye de la
arcada central y circula como debiera por las fuentes con espejos En el 2016
gracias al plan de “Recuperación y puesta en valor del eje paseo de aguas,
alameda de los descalzos y alameda de los bobos”, fue restaurado.
LA QUINTA PRESA (1762)
La Quinta Presa a sus inicios era un
terreno de grandes chacras de propiedad de, pertenecientes a Don Martín Arias
Del Castillo, posteriormente fue una casa con molino de harina a inicios del
siglo XVII, y molino de pólvora hacia el siglo XVIII.
Su propietario más importante fue el
Coronel del Ejército Real Don Pedro Carrillo de Albornoz y Bravo de Lagunas,
Caballero de la Orden de Montesa, quién heredo la casa de su tia Isabel de
Presa Carrillo de Albornoz, de alli el nombre que se le dio. Don Pedro Carrillo
de Albornoz, le dio la actual apariencia de casa de campo y Palacio, realizado
entre 1762 y 1780, en el siglo XVIII, de estilo barroco francés o “rococó”,
siendo la única de este tipo que queda en Lima. Se dice que ayudo en la edificación
el Virrey Amat y Juniet. En los tiempos de la colonia el pueblo limeño se
acostumbraba realizar excursiones dominicales en los alrededores de la Quinta.
Dicha costumbre se mantuvo hasta muy entrada la República.
Luego cerrado al público, fue
adquirido por el Estado Peruano en 1918. Luego en 1931 se estableció allí un
cuartel de la antigua Guardia Republicana. En 1938, fue convertido en Museo del
Virreinato, el cual llegó a funcionar pocos años. Allí se llegó a conservar,
varios muebles, lienzos, adornos y prendas coloniales, una curiosa tina de
mármol, espejos, etc. en sus salas y habitaciones, los cuales ya no están.
En 1992 funcionó allí la Escuela
Taller de Lima, hasta su salida años posteriores, Actualmente está desocupada,
es parte del proyecto para la construcción de un nuevo museo y es administrado
por el Patronato del Rímac. Aún puede apreciarse sus originales azulejos y un
gran mirador en su jardín principal.
Arquitectura: Es una casona
Monumental, obra de arquitectura civil limeña donde se expresa mejor la
influencia francesa, en una versión criolla de un pequeño chateau, Es el más
elocuente ejemplo de una villa de campo estilo rococó del siglo XVIII, mantiene
hasta hoy un gran patio original, adornado por anchos canales por le que
circulaba canales de agua proveniente del río Rímac. Originalmente estas
grandes chacras fueron convertidas en molino, para finalmente convertirla en
una hermosa canos de recreo campestre. Parece una edificación medieval por su
trazo y sus ornamentales adornos; realmente se trata de un gran Palacio. Tiene
una construcción en forma de U, que al lado derecho de su edificación estuvo el
molino, al otro lado almacén y deposito, y al centro la casona de recreo;
Interiormente mantenía jardines al estilo de las villa italianas con flores y
árboles ornamentales.
El área de la casa, el jardín y el
molino es de poco más 15,000 metros cuadrados. Los materiales que se emplearon
en su construcción fueron el adobe, el ladrillo, la piedra, las maderas finas y
los azulejos. A la casa se llega mediante una escalinata que se alza sobre un
bellísimo paso de agua. Todo en piedra. A lo largo de la amplia fachada se
desliza un corredor donde se hallan simétricamente colocadas las puertas, las
ventanas y los balcones.
En la planta baja hay un buen número
de divisiones. A la izquierda de la puerta principal se encuentra una sólida
escalera. Ya en el piso superior hay cómodo corredor que ofrece una vista
panorámica de todo el conjunto. Hay diversas habitaciones como salones,
dormitorios, un escritorio y un oratorio. Fuera de la casona a la izquierda de la puerta
principal, se cuenta con un local nuevo de mas de 10 oficinas, construidas por
el INC como parte del fomento a la cultura y el desarrollo de actividades
culturales.
MIRADOR DE INGUNZA
Cuenta la historia que un asiduo visitante a las corridas de toros, Don Ingunza fue prohibido de entrar a la Plaza de Acho. Por lo que decidió construir al costado de la plaza un mirador que hasta nuestros dias se mantiene en pie, faltando ser restaurado.
PLAZA DE TOROS ACHO (1766)
La Plaza de Toros de Acho, fue
inaugurada el jueves 30 de enero de 1766 – 1768, por el Virrey Manuel de Amat y
Juniet. Creado originalmente de 1 piso; Desde entonces Acho ha sido mudo
testigo de la evolución del toreo en el Perú.
En 1818, ordenan el primer reglamento
de la Plaza de Toros por el Virrey Joaquin de la Pezuela.
En 1821, el libertador San Martin,
visito la plaza de toros disponiendo que las entradas a la Plaza, fueran para
auxiliar el ejercito libertador.
En 1863, se reedifica la Plaza de
Acho, con 8 puertas a la calle y la continuación del Sol y la Luna para el
Público. La Cesina para el camal, para los vendedores de comestibles y bebidas,
además de las autoridades del gobierno.
Quemadero: El lugar escogido para su
construcción era el antiguo quemadero de la Inquisición; se precisa que donde
se encontraba el famoso templador a burladero, en el centro del ruedo, se
encendía la hoguera, y era además el mismo donde se construían las plazas de
madera, es decir "El Hacho" o "El Acho". Recibía este
nombre aquel punto desde donde era posible contemplar el mar en días de
neblina.
Arquitectura: Construida en estilo
mudéjar, es muy notoria su arquitectura exterior con gruesos contrafuertes de
adobe. un perímetro de 245 metros y diámetro de 78 metros. Tiene un aforo para
13,300 espectadores, En sus exteriores, la Plaza de Acho presenta una forma
circular, con una serie de portales rectangulares estrechos y altos que se
suceden unos de otros, en grupos de 6, a lo largo del frontis del coso. En el
interior del recinto y aún fuera del coso se ubican la capilla hacia el lado
noreste, el desolladero al lado este, y los corrales hacia el lado norte. Posee
una explanada en su lado oeste, conocida como Patio de Sombra, en donde se
ubican el Museo Taurino, que funciona de lunes a sábado. Son dos salas donde
pueden los trajes típicos de los toreros, oleos que retratan las corridas,
carteles de los primeros eventos realizados en Acho y otros objetos
representativos, el Restaurante de la plaza, y una serie de obras escultóricas
alusivas a figuras del toreo y personajes ligados a la tauromaquia, entre las
que destacan esculturas de Victorio Macho, Miguel Baca Rossi y Raúl Franco
Ochoa. Los tendidos 1 y 8 son Sol y Sombra, y sobre ellos se ubican el palco
del juez de la plaza y el palco del presidente de la República,
respectivamente. Las graderías están rematadas por una arquería corrida de
madera. El ruedo posee un diámetro de 60 metros (antes de la remodelación tenía
90), poseyendo 2 ingresos: la puerta de chiqueros (Toril) y la puerta de
cuadrillas (puerta grande). La fiesta más importante de la tauromaquia que se
realiza en Acho es la Feria del Señor de los Milagros.
Mirador de Ingunza: Muy cercano se
encuentra el Mirador de Ingunza, que es una torre elevada, construida según la
tradición, por el señor Francisco Esteban de Ingunza, gran aficionado a los
toros, a quién el Virrey Amat le había prohibido ingresar a la plaza, al haber
tenido un pleito con el constructor Landaburú. La actual apariencia del
Mirador, data de una reparación de 1858, hecha en madera, adobe y láminas
metálicas, de planta octogonal, cuatro cuerpos y escalera de caracol,
destacando sobre la cúpula, la figura de un indígena con taparrabos y penacho.
Información recopilada del Blog, Mi Lima querida.
Particularidades:
·
Es la más antigua de toda América y la segunda
más antigua del mundo, entre los meses octubre y noviembre se celebra la fiesta
taurina, donde se dan cita los toreros más famosos y se disputan el escapulario
de oro
·
Su primera edición se realizó el 12 de octubre
de 1946 y contó con la presencia de los toreros más importantes de la época.
Actualmente es uno de los eventos preferidos de los fanáticos de los toros.
·
La Plaza de Toros de Acho, declarada monumento
histórico nacional, está aún en uso en nuestros días, y se encuentra en el
distrito del Rímac, en la margen derecha del río.
IGLESIAS COLONIALES DEL RIMAC
Desde 1563 en el Rímac se construyeron hasta 11 iglesias y cada uno tiene su propia historia, incluso a raíz de los terremotos se perdió una más. En el transcurso de las décadas se han ido refaccionando o reconstruyendo. Hoy estas iglesias están en uso. Los Rimenses son fieles y tradicionalistas, teniendo patrono al Señor Crucificado del Rímac y a la Virgen del Carmen, relación de iglesias: 1563 Iglesia San Lázaro; 1582 Iglesia San Juan Bautista; 1602 Iglesia Ntra. Sra. De los Ángeles; 1629 Templo Sra. Del Rosario de la Cabeza; 1688 Iglesia Ntra. Sra. Del Patrocinio: 1691 Beaterio de Ntra. Sra. De Copacabana; 1711 Templo Santa. Liberata; 1713 Iglesia San Francisco de Paula; 1764 Templo Ntra. Sra. Del Socorro; 1804 Nueva reforma de La Capillita; 1834 Parroquia San Lorenzo.
PRIMERAS CALLES DEL RIMAC
A raíz del Puente de Piedra que conducía hacia Trujillo, la primera calle se llamó “Camino Real a Trujillo”, hoy Jirón Trujillo. Otra de las Calles fue la de Malambo, hoy Francisco Pizarro donde se instalaron sobretodo humildes y afro descendientes libres. El Camino a las Lomas de Amancay fue una de las más conocidas por su fiesta de San Juan, todos los 24 de Junio.
En el siglo
XVI se creó una Alameda, llamada luego “Descalzos” por la iglesia del mismo
nombre. Esto a raíz que los frailes Franciscanos utilizaban unas sandalias
diminutas que parecían andar descalzos. Luego se creó la Alameda del “Acho” por
estar ubicado al frente de la Plaza de toros, esta última fue destruida por
cambios urbanos al construirse la pista que da hacia San juan de Lurigancho.
PRIMEROS TERRENOS
En cuanto a los primeros terrenos, según queda escrito en libros del Cabildo estas se vendieron hasta por 2 gallinas. Uno de los primeros barrios fue el arrabal de San Lázaro, según indica sus pobladores fueron sobretodo de negros esclavos. Uno de los primeros pobladores fue Antón Sánchez, quien a raíz de la Lepra, dono terrenos para construir una Iglesia y un Hospital en honor a “San Lázaro”, patrono de los leprosos. La Mayoría de los terrenos era utilizada para plantaciones y actividades agrícolas
PUENTE DE PIEDRA
A la llegada de los españoles encontraron un puente de crisnejas que con las Avenidas del Rio eran muy dañadas, recién en 1610 se construyó un Puente de Piedra, hoy llamado Puente Trujillo. A lo largo de los años fue mejorado. Sus primeros pobladores llevaron sus calesas, caballos y carrozas por este puente.
CERRO SAN CRISTOBAL (1536)
El Cerro San Cristóbal es el
cerro tutelar de la ciudad, encontrándose ubicado a 408 metros sobre el nivel
del mar. En 1536, después de una frustrada toma de Lima por parte de los
indígenas seguidores de Manco Inca, Francisco Pizarro colocó una cruz de madera
en su cúspide, dedicando el cerro a San Cristóforo ó Cristóbal (“el que carga a
Cristo”). Esta cruz fue cambiada por otra de hierro, posteriormente retirada a
causa de su deterioro, hasta que en 1927, el sacerdote Franciscano Descalzo,
Francisco de Aramburu, organizó una peregrinación al cerro y gestionó ante el
Presidente Augusto B. Leguía, la construcción de una cruz de hierro, cemento e
iluminada. En 1997, el Gobierno Peruano realizó la última restauración del
sitio, con la construcción de una pista de acceso, un mirador, museo, así como
el arreglo y mejoramiento de iluminación de la histórica cruz. Se accede a la
cúspide del cerro mediante un camino asfaltado muy empinado que se inicia a la
espalda del Paseo de Aguas.
CURACASGO AMANCAY
Se dice que a la llegada de los Españoles encontraron cruzando el Rio Rimac, el curacazgo de Amancay, pobladores que se dedicaban sobretodo a la pesca de Camarones y Peces del Rio.
Estaban
dispersos y fueron poco a poco desalojados y terminando en un arrabal. Con el
tiempo formaron parte de la ciudad de los Reyes, incluso apoyaron en la defensa
de Lima en 1536 contra Manco Inka.
RIO RIMAC
De significado “Rio Hablador” por su peligroso cause en tiempos antiguos, se dice que cuando se desbordaba “en avenida” inundaba plantaciones y casas. Le da nombre al Valle del Rímac y luego al distrito. Desde la llegada de los primeros pobladores se realizaron varios “Ramales” para la agricultura, a la llegada de los españoles les sirvió para riego de las plantaciones. A lo largo de los años con el uso del Agua, la implementación de la represa y su constante botadero de Basura por parte del hombre se perdió los camarones y peces. En el Rímac hubieron varios Pozos de agua, por lo que se instalaron fabricas para su uso “Backus” y la “Inka kola”, Hoy con varios puentes cruzándolo es vital para el abastecimiento del agua en Lima Metropolitana. En temporadas sigue desbordando pero ya es más controlado.