El Cerro San Cristóbal es el
cerro tutelar de la ciudad, encontrándose ubicado a 408 metros sobre el nivel
del mar. En 1536, después de una frustrada toma de Lima por parte de los
indígenas seguidores de Manco Inca, Francisco Pizarro colocó una cruz de madera
en su cúspide, dedicando el cerro a San Cristóforo ó Cristóbal (“el que carga a
Cristo”). Esta cruz fue cambiada por otra de hierro, posteriormente retirada a
causa de su deterioro, hasta que en 1927, el sacerdote Franciscano Descalzo,
Francisco de Aramburu, organizó una peregrinación al cerro y gestionó ante el
Presidente Augusto B. Leguía, la construcción de una cruz de hierro, cemento e
iluminada. En 1997, el Gobierno Peruano realizó la última restauración del
sitio, con la construcción de una pista de acceso, un mirador, museo, así como
el arreglo y mejoramiento de iluminación de la histórica cruz. Se accede a la
cúspide del cerro mediante un camino asfaltado muy empinado que se inicia a la
espalda del Paseo de Aguas.