La Quinta Presa a sus inicios era un
terreno de grandes chacras de propiedad de, pertenecientes a Don Martín Arias
Del Castillo, posteriormente fue una casa con molino de harina a inicios del
siglo XVII, y molino de pólvora hacia el siglo XVIII.
Su propietario más importante fue el
Coronel del Ejército Real Don Pedro Carrillo de Albornoz y Bravo de Lagunas,
Caballero de la Orden de Montesa, quién heredo la casa de su tia Isabel de
Presa Carrillo de Albornoz, de alli el nombre que se le dio. Don Pedro Carrillo
de Albornoz, le dio la actual apariencia de casa de campo y Palacio, realizado
entre 1762 y 1780, en el siglo XVIII, de estilo barroco francés o “rococó”,
siendo la única de este tipo que queda en Lima. Se dice que ayudo en la edificación
el Virrey Amat y Juniet. En los tiempos de la colonia el pueblo limeño se
acostumbraba realizar excursiones dominicales en los alrededores de la Quinta.
Dicha costumbre se mantuvo hasta muy entrada la República.
Luego cerrado al público, fue
adquirido por el Estado Peruano en 1918. Luego en 1931 se estableció allí un
cuartel de la antigua Guardia Republicana. En 1938, fue convertido en Museo del
Virreinato, el cual llegó a funcionar pocos años. Allí se llegó a conservar,
varios muebles, lienzos, adornos y prendas coloniales, una curiosa tina de
mármol, espejos, etc. en sus salas y habitaciones, los cuales ya no están.
En 1992 funcionó allí la Escuela
Taller de Lima, hasta su salida años posteriores, Actualmente está desocupada,
es parte del proyecto para la construcción de un nuevo museo y es administrado
por el Patronato del Rímac. Aún puede apreciarse sus originales azulejos y un
gran mirador en su jardín principal.
Arquitectura: Es una casona
Monumental, obra de arquitectura civil limeña donde se expresa mejor la
influencia francesa, en una versión criolla de un pequeño chateau, Es el más
elocuente ejemplo de una villa de campo estilo rococó del siglo XVIII, mantiene
hasta hoy un gran patio original, adornado por anchos canales por le que
circulaba canales de agua proveniente del río Rímac. Originalmente estas
grandes chacras fueron convertidas en molino, para finalmente convertirla en
una hermosa canos de recreo campestre. Parece una edificación medieval por su
trazo y sus ornamentales adornos; realmente se trata de un gran Palacio. Tiene
una construcción en forma de U, que al lado derecho de su edificación estuvo el
molino, al otro lado almacén y deposito, y al centro la casona de recreo;
Interiormente mantenía jardines al estilo de las villa italianas con flores y
árboles ornamentales.
El área de la casa, el jardín y el
molino es de poco más 15,000 metros cuadrados. Los materiales que se emplearon
en su construcción fueron el adobe, el ladrillo, la piedra, las maderas finas y
los azulejos. A la casa se llega mediante una escalinata que se alza sobre un
bellísimo paso de agua. Todo en piedra. A lo largo de la amplia fachada se
desliza un corredor donde se hallan simétricamente colocadas las puertas, las
ventanas y los balcones.
En la planta baja hay un buen número
de divisiones. A la izquierda de la puerta principal se encuentra una sólida
escalera. Ya en el piso superior hay cómodo corredor que ofrece una vista
panorámica de todo el conjunto. Hay diversas habitaciones como salones,
dormitorios, un escritorio y un oratorio. Fuera de la casona a la izquierda de la puerta
principal, se cuenta con un local nuevo de mas de 10 oficinas, construidas por
el INC como parte del fomento a la cultura y el desarrollo de actividades
culturales.